La luna del pargo
Como vivo en una ciudad costera, y estamos en junio, pues ahora mismo me asomo a la ventana de mi cuarto, puedo ver a las embarcaciones que se alejan bahía afuera en busca del pargo.
Los que me leen en Cuba saben de qué hablo, para los que me leen en otras latitudes (que ya sé por las estadísticas del blog que son unos cuantos) les comento que constituye verdadero espectáculo por estos días del sexto mes, cuando la luna aumenta su visibilidad, cómo los pescadores van en busca del pez, y más emocionante aún, cuando retornan con las neveras colmadas, cansados, pero satisfechos de la “buena marea”.
El pez aparece por estas aguas cálidas desde finales de mayo, y hasta más o menos julio los pescadores van en su busca. Luego escuchas comentar a tus colegas, vecinos y amigos las disímiles recetas para saborear al rico pescado, que salió de corrida y terminó en cualquiera de los hornos.
Los pescadores, guiándose por el faro de Maya van a parar más o menos cerca de Cayo Piedra, muy cerca de Varadero, y es habitual celebrar hasta un Festival del Pargo, en Boca de Camarioca, buen pretexto para compartir unas bien frías cervezas ante el calor que impone la temporada.
Sobre las 11.00 ó 12.00 de la noche van saliendo los barcos, de diversos tamaños y con variadas tripulaciones, apertrechados de hielo, y la buena carnada puede ser el cangrejo que antes, con las lluvias, salieron a buscar por las márgenes del río.
De cualquier manera los amantes del milenario arte de pescar, esperan esta luna de junio como “cosa buena” aunque esta noche tengo ciertas dudas, los meteorólogos anunciaron un eclipse casi total de la reina de la noche...
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