La madre de José Martí en Tenerife
La presencia de la madre de José Martí en Santa Cruz de Tenerife
Doña Leonor Pérez Cabrera, madre de José Martí, nació en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife en el mes de diciembre de 1828 y con apenas 15 años de edad, se trasladó junto a sus padres hacia La Habana; pero allí, a orillas del Océano Atlántico; su presencia es eterna.
José González Rivas (Pepe) un veterano periodista cubano estuvo de visita por esa capital de la Comunidad Autónoma de Canarias y constató in situ cómo los habitantes de aquel lugar tan distante, en la geografía, de Cuba, rinden perpetúo homenaje a la mujer que dio vida a unos de los hombres más grandes de la historia americana.
Pepe Rivas, como se le conoce en los medios periodísticos de la provincia de Matanzas, trae en la mano un libro que muestra en la portada amarilla una foto de Martí y otra de la madre; y un fragmento, en letra diminuta, de la carta que el Maestro escribiera, en Montecristi, el 25 de marzo de 1895 antes de partir hacia Cuba para participar en la Guerra Necesaria.
En la librería El Atril, de la calle Suárez Guerra, encontré el texto, era una pequeña instalación, el librero me dijo que quedaba ese sólo ejemplar, constituye interesante pesquisa sobre la vida de Doña Leonor allí y también habla de Martí. No pude contener la curiosidad, lo adquirí inmediatamente, explica este hombre apasionado por la historia.
Se trata del libro José Martí: El hijo de la isleña Leonor Pérez, de Julio Hernández García y prólogo de Gilberto Alemán de Armas, investigación documentada con fotos y testimonios.
En uno de sus párrafos el doctor Francisco Martínez Viera, escritor y ex alcalde de Santa Cruz expresa:
En una vieja y estrella calle de La Consolación (hoy Puerta Canseco) y en una casita humilde nació y fue bautizada en la Parroquia de La Concepción, doña Leonor Pérez Cabrera, que había de dar a Cuba la figura más grande de su historia y de la más grandes de América: José Martí, el apóstol de la independencia
Pepe caminó por la calle, cuya casa no existe y en su lugar se levanta un moderno edificio; no obstante en la esquina, muy cerca, sobre un pedestal se erige la tarja que otrora identificó la vivienda. Buscó en parques y avenidas populosas y encontró otros monumentos y efigies que recuerdan a Leonor.
González Rivas, sonríe feliz mostrando fotos y documentos. En aquella ciudad lejana, a donde llegó de visita, encontró detalles históricos relevantes, respiró aire cubano en la avenida que lleva el nombre de José Martí, y sintió de cerca el cariño y respeto que en aquel lado del mundo sienten por Cuba.
Lleva el libro de portada amarilla para mostrarlo a sus alumnos de la carrera de periodismo de la universidad de Matanzas, y va despacio pensando en voz alta: no podía, ni tan siquiera imaginar, que en Santa Cruz de Tenerife eternizan a Doña Leonor
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