A propósito de un video de Buena Fe, nominado para Lucas...
(Vuelve a publicar en mi página el joven estudiante de periodismo, propongo el debate sobre el tema....)
Mejor hacer videos malos
Ariel Montenegro
Dijo alguien que es mejor escribir versos malos que leer versos buenos. Me imagino que no haya sido porque no le temiera al ridículo o porque no fuera en algún momento presa de ese deseo, en ocasiones difícil de controlar, de tener éxito, reconocimiento
Reconocimiento que puede llegar en varias formas: un halago, un Oscar, un Grammy, un Pulitzer o un LUCAS. ¡Ah, Lucas! Ese sueño dorado de los realizadores cubanos de videos clip que si bien ha dado a luz a joyitas creativas como Bilko Cuervo o Santana (que conste que esta apreciación es estrictamente personal) también ha devenido en bodrios ¿pensantes? que en muchas ocasiones se aprovechan de la escasa existencia de canales para la difusión de videos foráneos e inoculan fascinación al pueblo con obras que tienen muy poco, si no nada, de su cosecha personal.
Tal es el caso de cierto producto que por estos días ronda la pantalla cubana nominado, entre otras cosas a mejor video del año: Estoy hablando de Fuera de Buena Fe y dirigido por Julio César Leal e Ismar Rodríguez.
Reconozco que cuando lo vi por primera vez me quedé atónito. Pensé que aquello era la cúspide de la madurez creativa de este director, que si bien han dirigido muchas cosas que no son dignas de mención, también es justo decir que tienen a su haber propuestas interesantes como aquel video de la Charanga Habanera que obtuviera en su momento el Lucas a Mejor Video del Año.
Pero hace unos días un amigo trovador me mostró un clip titulado Ya del grupo argentino Cuarteto de Nos y Fuera pasó de ser lo que yo pensaba a el colmo de la desfachatez y la subvaloración de la inteligencia y la cultura de nosotros, el pueblo que piensa y que busca en los videos clip más que mulatas, almendrones y reggaetoneros bailando con abrigos en el malecón de La Habana.
Es un poco complicado describir la situación sin tener un soporte en el cual socializar el audiovisual porteño, por eso adjunto algunas fotos que traten de ilustrar lo que digo.
Desde los recursos creativos, hasta los rasgos de la edición, pasando por la selección tipográfica: ¡TODO! Absolutamente todo, es un plagio vulgar que escapa, no ya del respeto al público y a sí mismo, sino de la decencia.
Letras de tonos similares contrastando con fondos de colores similares y Joel e Israel encuadrados en planos similares a los que aparecen en el video original.
Sólo la canción, las caras de los músicos y algún que otro recursillo visual hacen la diferencia entre Fuera y Ya de los cuales, el último gana por Knock Out la batalla de la proposición inteligente ¡y ni hablar de los recursos formales!
Me gustaría pensar que es pura coincidencia, pero este descaro ¿creativo? es tan evidente que no puede ser justificado ni por el recurrido recurso de la influencia: En Tarantino hay influencia de Sergio Leone, pero si yo copio Cien años de soledad, le pongo Machurrucuto al pueblo y titulo la novela Mil doscientos meses sin compañía, no quiere decir que García Márquez me influenció, quiere decir que yo soy un ladrón de tendederas.
Ojalá que esto llegue a los ojos adecuados (los ojos que nominaron a Fuera como mejor video) y ojalá que estos ojos ignoren esta situación de la misma manera en que yo la ignoraba porque enterarme de que ESO fue nominado a sabiendas de semejante falta de ética sería aún más doloroso, sería darse cuenta de que todo está perdido.
Tal vez alguien me demuestre mañana que estoy equivocado, sería reconfortante aunque algo vergonzoso para mí (lo confieso). De no ser así, espero que se haga algo y que esta ofensa al público no quede impune.
Concluyo recordando que la persona que escribió la frase con la que comencé mi comentario era de los que ganó fama escribiendo versos buenos, pero sólo después de haber leído muchos de esos y no plagiando inescrupulosamente el primer poema que le pareció genial.
¿Qué pensaron? ¿Qué no nos enteraríamos? ¡CUIDADO! El público no es tan estúpido como parece.
Mejor hacer videos malos
Ariel Montenegro
Dijo alguien que es mejor escribir versos malos que leer versos buenos. Me imagino que no haya sido porque no le temiera al ridículo o porque no fuera en algún momento presa de ese deseo, en ocasiones difícil de controlar, de tener éxito, reconocimiento
Reconocimiento que puede llegar en varias formas: un halago, un Oscar, un Grammy, un Pulitzer o un LUCAS. ¡Ah, Lucas! Ese sueño dorado de los realizadores cubanos de videos clip que si bien ha dado a luz a joyitas creativas como Bilko Cuervo o Santana (que conste que esta apreciación es estrictamente personal) también ha devenido en bodrios ¿pensantes? que en muchas ocasiones se aprovechan de la escasa existencia de canales para la difusión de videos foráneos e inoculan fascinación al pueblo con obras que tienen muy poco, si no nada, de su cosecha personal.
Tal es el caso de cierto producto que por estos días ronda la pantalla cubana nominado, entre otras cosas a mejor video del año: Estoy hablando de Fuera de Buena Fe y dirigido por Julio César Leal e Ismar Rodríguez.
Reconozco que cuando lo vi por primera vez me quedé atónito. Pensé que aquello era la cúspide de la madurez creativa de este director, que si bien han dirigido muchas cosas que no son dignas de mención, también es justo decir que tienen a su haber propuestas interesantes como aquel video de la Charanga Habanera que obtuviera en su momento el Lucas a Mejor Video del Año.
Pero hace unos días un amigo trovador me mostró un clip titulado Ya del grupo argentino Cuarteto de Nos y Fuera pasó de ser lo que yo pensaba a el colmo de la desfachatez y la subvaloración de la inteligencia y la cultura de nosotros, el pueblo que piensa y que busca en los videos clip más que mulatas, almendrones y reggaetoneros bailando con abrigos en el malecón de La Habana.
Es un poco complicado describir la situación sin tener un soporte en el cual socializar el audiovisual porteño, por eso adjunto algunas fotos que traten de ilustrar lo que digo.
Desde los recursos creativos, hasta los rasgos de la edición, pasando por la selección tipográfica: ¡TODO! Absolutamente todo, es un plagio vulgar que escapa, no ya del respeto al público y a sí mismo, sino de la decencia.
Letras de tonos similares contrastando con fondos de colores similares y Joel e Israel encuadrados en planos similares a los que aparecen en el video original.
Sólo la canción, las caras de los músicos y algún que otro recursillo visual hacen la diferencia entre Fuera y Ya de los cuales, el último gana por Knock Out la batalla de la proposición inteligente ¡y ni hablar de los recursos formales!
Me gustaría pensar que es pura coincidencia, pero este descaro ¿creativo? es tan evidente que no puede ser justificado ni por el recurrido recurso de la influencia: En Tarantino hay influencia de Sergio Leone, pero si yo copio Cien años de soledad, le pongo Machurrucuto al pueblo y titulo la novela Mil doscientos meses sin compañía, no quiere decir que García Márquez me influenció, quiere decir que yo soy un ladrón de tendederas.
Ojalá que esto llegue a los ojos adecuados (los ojos que nominaron a Fuera como mejor video) y ojalá que estos ojos ignoren esta situación de la misma manera en que yo la ignoraba porque enterarme de que ESO fue nominado a sabiendas de semejante falta de ética sería aún más doloroso, sería darse cuenta de que todo está perdido.
Tal vez alguien me demuestre mañana que estoy equivocado, sería reconfortante aunque algo vergonzoso para mí (lo confieso). De no ser así, espero que se haga algo y que esta ofensa al público no quede impune.
Concluyo recordando que la persona que escribió la frase con la que comencé mi comentario era de los que ganó fama escribiendo versos buenos, pero sólo después de haber leído muchos de esos y no plagiando inescrupulosamente el primer poema que le pareció genial.
¿Qué pensaron? ¿Qué no nos enteraríamos? ¡CUIDADO! El público no es tan estúpido como parece.
2 comentarios
Aladar Mezga -
lucas -