CUBA Y VENEZUELA SON MUSICA
Voces de la Isla con músicos de la nación suramericana
Bárbara Vasallo Vasallo
Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación y a la Internet mantengo enlace con los integrantes del Coro de Cámara de Matanzas, que bajo la dirección del doctor José Antonio Méndez Valencia andan por los Cerros de Caracas, en la República Bolivariana de Venezuela cumpliendo el sagrado sacerdocio de sanar espíritus en la Misión Cultura Corazón Adentro.
Ellos llevan a niñas y niños de la Patria de Bolívar notas musicales, y el mensaje de solidaridad de los cubanos.
Este tiempo en Venezuela también abre puentes a la amistad y al intercambio con músicos de ese país. Personas de excelente profesionalidad.
Tal es el caso de Reynaldo Montalvo, cuya cuerda de tenor en la institución cultural cubana ya está dando de qué hablar.
Escuchamos ya una pieza antológica de la música cubana, el Drume Negrita que inmortalizó el inigualable Ignacio Villa, Bola de Nieve, que un "piquete de músicos" ínterpretó junto a Reynaldo y Elena Gil, solista de impecable timbre y fuerza interpretativa.
Este ocasional dúo sorprende. Ojalá fructifique y pueda materializar un proyecto futuro.
El Coro de Cámara de Matanzas tendrá también a la voz de Elena en otro clásico: Gracias a la vida, de la chilena Violeta Parra en un concierto previsto para el venidero noviembre, nada más y nada menos que en el teatro Teresa Carreño, de Caracas.
De ese concierto habrá que hablar. No dudo del repertorio, Méndez es verdadero especialista en seleccionar obras para público heterogéneo y conocedor, y sus discípulos angeles...
La experiencia de su misión en Venezuela, la labor humana y el desinterés merecen también ser reflejadas. Mientras tanto puedo asegurar que ya también Cuba y Venezuela son música...
Bárbara Vasallo Vasallo
Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación y a la Internet mantengo enlace con los integrantes del Coro de Cámara de Matanzas, que bajo la dirección del doctor José Antonio Méndez Valencia andan por los Cerros de Caracas, en la República Bolivariana de Venezuela cumpliendo el sagrado sacerdocio de sanar espíritus en la Misión Cultura Corazón Adentro.
Ellos llevan a niñas y niños de la Patria de Bolívar notas musicales, y el mensaje de solidaridad de los cubanos.
Este tiempo en Venezuela también abre puentes a la amistad y al intercambio con músicos de ese país. Personas de excelente profesionalidad.
Tal es el caso de Reynaldo Montalvo, cuya cuerda de tenor en la institución cultural cubana ya está dando de qué hablar.
Escuchamos ya una pieza antológica de la música cubana, el Drume Negrita que inmortalizó el inigualable Ignacio Villa, Bola de Nieve, que un "piquete de músicos" ínterpretó junto a Reynaldo y Elena Gil, solista de impecable timbre y fuerza interpretativa.
Este ocasional dúo sorprende. Ojalá fructifique y pueda materializar un proyecto futuro.
El Coro de Cámara de Matanzas tendrá también a la voz de Elena en otro clásico: Gracias a la vida, de la chilena Violeta Parra en un concierto previsto para el venidero noviembre, nada más y nada menos que en el teatro Teresa Carreño, de Caracas.
De ese concierto habrá que hablar. No dudo del repertorio, Méndez es verdadero especialista en seleccionar obras para público heterogéneo y conocedor, y sus discípulos angeles...
La experiencia de su misión en Venezuela, la labor humana y el desinterés merecen también ser reflejadas. Mientras tanto puedo asegurar que ya también Cuba y Venezuela son música...
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