AURORA POR LA VIDA

 “Mientras piensas en donde dar la última puntada

me escabullo al mar…”

                                    Juan Luis Hernández Milián*

 

 Foto: Vanessa Ruiz 

Aurora, se empeña ahora e escalar el Pico Turquino

junto a un grupo de amigas que también padecen áncer de mama...

                           

   Aurora Arencibia Sosa pudiera ser una cubana común, de esas que caminan por las calles de cualquier ciudad, comparten  amistad y destilan bondad y amor en cada empeño…

  La protagonista de esta historia va más allá y se propuso desde hace mucho tiempo trasmitir conocimientos, rescatar tradiciones y despertar en cuantos le rodeen la pasión por la cultura, raíces e identidad.

  A finales de la década del 80 del siglo XX Aurora, junto a una docena de compañeras de disímiles profesiones y oficios, constituyeron el grupo Emilia Teurbe Tolón, en honor a la fémina que bordó la bandera de la estrella solitaria, y comenzaron a intercambiar puntos de bordados, tejidos, costura y toda una gama de labores manuales.

  “Yo aprendí a bordar a los cinco años de edad y a los 15 me inicié en el tejido de manera autodidacta, luego a través del intercambio con otras personas enriquecí conocimientos con otras técnicas antiguas, empleadas por las abuelitas desde hace mucho tiempo…

  “Nos fuimos adentrando en ese mundo de agujas, hilos, bastidores y recortes de tela, en la actualidad ya contamos con un círculo de interés de niñas de entre ocho y nueve años a quienes enseñamos nuestras habilidades manuales y también algo de cocina tradicional”. Explica Aurora.

  Ella es profesora de Español y Literatura, en la actualidad jubilada, no obstante se graduó en el segundo curso de la Universidad del Adulto Mayor, en Matanzas, donde presentó una tesis sobre las experiencias del grupo femenino en el rescate de las tradiciones.

  Incansable en su afán por trasladar a las nuevas generaciones el arte manual, Aurora desarrolla una ardua labor de promoción en un espacio de la Televisión Yumurí, con gran aceptación por parte de la población.

  Mientras sostiene en sus manos el costurero de paja, y siempre con su delantal preferido enganchado al cuello, Aurora mira hacia el infinito y un extraño brillo emana de sus ojos claros.

  Comenta con orgullo de su amistad con Antonio  Guerrero, uno de los Cinco Héroes Cubanos antiterroristas, prisioneros en Estados Unidos, con quien mantiene estrecha comunicación a través de las cartas.

  La entrevista tiene lugar en su casa, en el reparto Camilo Cienfuegos, de la ciudad de Matanzas, a unos 100 kilómetros al este de Ciudad de La Habana. Un apartamento en el que fluyen por doquier numerosas plantas ornamentales que revelan pasión por la naturaleza, tal es así que un amigo le bautizó como “El retiro de los Helechos”.

  Aurora se recupera de una complicada operación quirúrgica, pero su afán por comunicar valores, injertar conocimientos y defender raíces, puede más que quimio y radioterapias…

  “Es una manera útil, el tiempo lo aprovechamos ya no sólo en el intercambio, sino elevamos la calidad de vida, encontramos nuevas amistades, estas plantas nos trasmiten energía mientras tejemos, bordamos, cocemos o cocinamos, siempre hay espacio para escuchar buena música, comentar una película o la última noticia…”

  Admiradora del séptimo arte, pertenece desde hace 10 años al grupo Enfoque, de cine club, en Matanzas y es miembro de la Asociación Nacional de Aficionados a la Botánica y Protección de la Naturaleza doctor Juan Tomás Roig.

 A esta multifacética mujer le queda tiempo para sugerir una exquisita receta de cocina,  recordar que su primera e inusual boda fue vestida de espeleóloga bajo tierra, en las mundialmente conocidas Cuevas de Bellamar o que cuando pinta, los colores aparecen para afianzar fuerzas de su imaginación…

  “Ahora me propongo subir al Pico Turquino, con mis compañeras del grupo, y junto a las nubes gritar por la vida…”

 *Juan Luis Hernández Milián, destacado poeta y traductor matancero