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Genuina generación

Genuina generación

Niños y niñas que nacieron en Cuba entre las décadas del 70 y del 80 (tal vez hasta nuestros días) recibieron nombres que iniciaban con la letra Y.
Surgieron una pléyade de ellos, unos coherentes y otros no tanto.

Como ocurre con el ser humano que habita este planeta, unos genéticamente vinieron al mundo para ser personas honradas, dignas, afectuosas, trabajadoras…otras deshonradas, indignas, sin afecto, haraganes, y hasta farsantes, porque para que exista el mundo…

Yamil y Yoslayne son realizadores de sonido en una emisora de radio, y desde su artística profesión conquistan al auditorio.
Yudelkis aprende de las Ciencias Informáticas además de ejecutar, en su tiempo libre, la danza contemporánea.

Yusmaray, es amazona y técnica de calidad en una finca equina. Le encantan los animales y lo mismo baña a un caballo que trae al mundo a un nuevo potro para mejorar la raza en el país. Espera graduarse de médico veterinaria.

Conozco de un Yosvany, que impulsado por la avaricia y egoísmo de una Yamilé, cometió la irresponsabilidad de salir ilegal de la Isla, a través de seres inescrupulosos que trafican con personas. Se convirtió en balsero y el mar nunca lo devolvió al mundo de los vivos.

Sin embargo otro Yosvany atravesó el Atlántico más de una vez, estuvo en Venezuela y Bolivia para reportar desde esos lugares lo que hacen hombres y mujeres para llevar salud y amor a otros seres desposeídos de la tierra. Ahora mismo cumple su tercera misión en el continente sudamericano. Reflejar la verdad es su premisa.

Yaima optó por un camino equivocado, al apañar a personas que se apoderaban de recursos ajenos, y fue castigada por la ley. En una prisión de mujeres aprende de artes manuales, practica deportes y aguarda reintegrarse útilmente a la sociedad.

Esta otra Yamilé baila rumba desde que es una niña, como integrante de los mundialmente conocidos Muñequitos de Matanzas, recorrió el mundo. Siempre vuelve, vestida de amarillo para venerar a Ochún, en el barrio de La Marina, muy cerca del legendario río Yumurí.

Yirmara periodista graduada de una academia, critica cuando es necesario, alerta de ineptitudes y deficiencias, ejerce la docencia a la par de dirigir la Unión de Periodistas de Cuba en el territorio donde reside, organización no gubernamental que agrupa por igual a mujeres y hombres que ejercen nuestro sacerdocio.

Yohana, licenciada en cultura física, domadora de delfines, conversa con ellos, el mundo entre esos mamíferos especiales, hace también especial su vida.
Yolaida hace del tango una pasión, los movimientos sensuales los lleva intrínsecamente, será socióloga, con herramientas suficientes como para tomar la temperatura a fenómenos de diversa índole que surjan en su entorno. Desde la violencia de género, una investigación sobre el movimiento de la nueva trova o el suicidio.

Yiliam, instructora de arte, profesora en la enseñanza primaria, se pinta el pelo de rubio, adora la actuación y cantar.

Yenny prefiere la literatura al periodismo. Sus crónicas reflejan desde la óptica joven lo cotidiano que le rodea con lenguaje preciso. Gusta de la buena música, se define soñadora; pero con los pies en la tierra.

Yohander se graduó de Comunicación Social en la modalidad de la municipalización de la educación superior, también ejerce la docencia

Yamila adiestrándose y adentrándose en la página cultural de un periódico. Muchacha comprometida con su tiempo, decente y cristiana.

Yenisleydi enseña veterinaria en un politécnico agropecuario, con desvelo, en pleno campo, se empeña para que sus alumnos aprendan rápido a enyuntar bueyes para arar la tierra. Conoce de lo necesario de producir alimentos.

Yenly, reside en una zona rural, tuvo libre acceso a la enseñanza superior. Será una profesional de prestigio, lo atestiguan resultados académicos y criterios de sus profesores.

Yohan, se levanta a las dos de la madrugada para ordeñar vacas, apuesta por la tierra para exprimirle la savia. Viste con orgullo altas botas para protegerse del lodo y sonríe feliz cuando la blanquinegra rebosa 10 cubos de leche.
Con virtudes y defectos, estos seres humanos, mujeres y hombres, exhiben nombres con la porfiada penúltima letra de nuestro alfabeto en lengua castellana.

Aquí una muestra de que la mayoría encontró el camino para ser útil.
Conforman junto con los de la C, M, R, V o la T la más genuina, auténtica y legítima generación que nos acompaña en la tierra, víctima, por igual, del cambio climático o la manipulación mediática.

2 comentarios

Barbara -

Pobre y miserable alma!! que atacas el emisor del mensaje porque ni siquiera tienes argumentos para rebatir.
Yo escribo lo que me da la gana y no tengo un consorcio, ni me pagan un céntimo por mi blog...
Feliz día, si es que puedes...

anonimo -

Es lo mas cobarde que he leido contra Generaciony y Yoani Sanchez, pues ni siquiera tienes el corage de referirte directamente a ella. Si lo que publicas en tu blog fuera solo una centecima parte de la autenticidad de que publica ella tuvieras los miles de comentarios que ella reciba a diario.
La envidia enpequenece a los que la sufren y engrandece a sus victimas.