¡Peligro, asesinos andan sueltos!
Por Bárbara Vasallo Vasallo
El 19 de abril de 1961 el pueblo cubano aplastó al Imperialismo en
Playa Girón, y 46 años después el mundo se estremece ante la noticia de que el
connotado terrorista Luis Posada Carriles fue puesto en libertad por el fallo de
una corte de apelaciones de Estados Unidos.
Con horror ven las personas racionales cómo el Gobierno de Washington, inmerso
en una supuesta guerra contra el terrorismo, libera al autor de la voladura de
una nave de Cubana de Aviación que causó la muerte a 73 civiles inocentes, crimen
aún impune.
El monstruo llegó a Miami, cubil de testaferros, por un aeropuerto de
ejecutivos, y las imágenes dan cuenta al ver cómo lo escoltaban.
Rabia y dolor son sentimientos comunes en estas horas. Indignación
por las bombas de Iraq, responsabilidad de George W. Bush, por el asesinato
múltiple en la Universidad Tecnológica de Virginia, responsabilidad del sistema
representado también por W. Bush, y por los muertos de la Operación Cóndor en
Latinoamérica, repudiable idea de George Bush (padre), entonces activo en la
Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Justicia exigen millones de personas en el mundo por los terribles
momentos de los tripulantes y pasajeros del avión de Cubana que estalló frente a
las costas de Barbados el seis de octubre de 1976.
Justicia por Fabio Di Celmo, quien hace 10 años estaba en el momento y el
lugar equivocado`', según se jactó Posada Carriles en el diario The New York Time,
frase acuñada recientemente por George W. Bush en su discurso de apenas seis
minutos referido a las 33 jóvenes muertos en la Universidad de Virginia, en lo
que constituye la mayor masacre en la historia educacional de los Estados Unidos.
Posada libre, amenaza constante y fatal para hombres y mujeres que anhelan
paz, amor y solidaridad.
George W. Busch aprueba la desvergüenza, horror para la gente buena
del mundo.
¡Atención seres humanos comunes, nobles corazones, pacifistas,
solidarios, inocentes, pobres, luchadores por la justicia, defensores
de la verdad!
¡Peligro, asesinos andan sueltos!
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