ADIOS AL PERIODISTA CUBANO CELESTINO GARCIA FRANCO

Mande Cele
Bárbara Vasallo Vasallo

De gafas oscuras, regordete y con el cigarro entre los dedos amarillos se va Cele y lleva con él paciencia y entereza de educador nato, un acta fe, como la vida, en su profesión de abogado y el oficio innegable, genético, de periodista de talla extra…
Celestino García Franco cerró definitivamente los ojos porque el tiempo no perdona a los seres humanos y les pasa la cuenta, a unos antes y a otros más tarde; sin embargo deja su andar pausado, finísimo humor, fuente inagotable de talento y el camino repleto de huellas y ejemplo.
En el periódico Girón echó raíces y ofició el sacerdocio que constituye esta profesión de palabra, pluma y fusil en ristre.
Allí escribió su columna “Matanceriles” con el sello que lo distinguió: verbo fino, correctamente conjugado, intención adecuada a cada momento y lirismo irrepetible de sus crónicas.
Lo recordarán sus incontables alumnos-colegas, a quienes trató con respeto.
Celestino o Frank Garcel, dos nombres en una persona bondadosa, de entrega absoluta y fidelidad.
Entre el doble nueve, el más reciente chiste de Manuel, apostar por el mejor título, cazar la última noticia, con olor a tinta, sus manos, especiales, sobre el teclado de la vieja Underwood, un libro en la mesa de noche, vivirá por siempre este hombre honesto.
Mande Cele, matancerilmente…